miércoles, 11 de diciembre de 2013

CRITICA: PACIENTE INTERNO



Es evidente que el personaje que tenemos en la pantalla tiene muchas más cosas en la cabeza de lo que detectamos directamente. Debe haber ideas, confusiones, frustración y resentimiento. Se trata de Carlos Castañeda, el hombre que después de la matanza del 68 decidió que Gustavo Díaz Ordaz responsable de la matanza, tenía que morir.

45 años después sabemos que eso no es verdad. Díaz Ordaz murió sin ser juzgado. Su secretario de gobernación Luis Echeverría, ejecutar directo de la matanza tampoco ha sido juzgado. Carlos fue condenado sin juicio a vivir en el encierro en más de una instancia mental, juego típico de la guerra sucia en México.

Asesino o no con razón o sin ella, fanático religioso o no, Carlos merecía un juicio y una cadena de acuerdo a su delito, lo cual le fue negado y se usó como ejemplo para quienes pensaran levantar la voz, manifestar su inconformidad o quitarle la razón al partido en el poder. El documentar requiere todo un trabajo periodístico, montado en una narración cinematográfica, sobre temas aún más complicados sobre un sistema que no acepta críticas y que humilla.

Ese fue el sistema que convirtió la presunta culpabilidad de Carlos, porque  presunto culpable se asoma en termino de locura, quitándole no solo sus derechos humanos, si no la legalidad que supuestamente vigila. Ahí está el valor del documental. Temas que no se quieren platicar, casos que nunca han sido conocidos y que deben hablarse, entenderse y tampoco comentarse.

Este documental está lleno de virtudes, porque maneja a la perfección entrevistas con personas que investigaron o vivieron el caso, con videos acerca de Díaz Ordaz. Lo Ocurrido en el 68 y el hospital donde estuvo internado Carlos Castañeda. También es completamente objetivo, ya que no toma preferencia por estudiantes, ni acusa o justifica al presidente o a Castañeda por su intento de homicidio.
Además las escenas del interior del albergue donde estuvo Castañeda  son de una dureza tal que valen el documental.

Así, aunque 45 años después el hecho a nadie le interesa y es indignante que pide limosna, por la firma que está realizado vale la pena verlo. Este documental revela otra cara del mismo lado en donde si bien hoy en día sabemos que el gobierno  de Gustavo Díaz Ordaz, fue turbio, con este documental podemos conocer otro tipo de actos que se llevaron a cabo en ese entonces. Nos hace pensar si Carlos Castañeda fue la única víctima y es el único que fue encerrado sin juicio. 

 Esta película documental se puede reconocer el trabajo de un  director que  a pesar de la dificultad que representó el encontrar al protagonista para entrevistarlo, investigó a fondo y logró un documental de muy alta calidad.

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