jueves, 5 de diciembre de 2013

IEPS ¿BENEFICIOS O LUCRO?

Hoy en día hasta un vicio hay que pagar

Desde hacía varios años la economía mexicana se ha visto ensombrecida por los altibajos que impactan de manera directa en el bolsillo de la sociedad sin embargo, de todos estos incrementos ¿hay alguno qué nos de un beneficio?

Para el gobierno existen dos clases de ingresos: los ingresos tributarios y los no tributarios, en los llamados ingresos tributarios de la federación existen impuestos especiales sobre producción y servicio (IEPS); un impuesto que a veces es poco estudiado y mucho menos conocido que otros como el ISR, IVA, IETU, etc.
El IEPS es un impuesto como su nombre lo indica “impuesto especial” y lo pagan personas físicas y morales por: enajenación importación, prestación de determinados bienes y servicios. Vender en territorio nacional un bien establecido en la ley: bebidas alcohólicas, gasolina, diesel, minerales. Comisión mediación servicio de telecomunicaciones y conexos.

Este impuesto siempre ha causado mucha controversia; desde sus inicios cuando este salió a la luz pública y entró formalmente en vigor, el gobierno ha querido hacer una “mejor” distribución de la riqueza, sin embargo, no dejemos de entender que a los únicos que afecta es a nosotros como consumidores, porque al igual que con el I.V.A. las empresas no resienten el incremento de su tasa en sus utilidades; dejándonos entonces a nosotros con esos cargos y pérdidas en nuestro bolsillo.

Además debemos tomar en cuenta que este impuesto como tal ha sido abatido y rechazado en muchas ocasiones por los consumidores, ya que el aumento en precio de producciones como la cerveza, cigarros y alcohol en general es excesivo desde la perspectiva de su economía.

Dejándonos claro así, que el alza de tasa de productos que para el gobierno son bienes/productos con externalidad negativa y/o que causan un perjuicio social o su consumo no deseado como lo son el alcohol y el tabaco. No es más que un maquillaje bien ilustrado que el gobierno matiza con la finalidad de incrementar el presupuesto de ingresos de sus bolsillos.

No conforme con este engaño, algo que el pueblo desconoce es que durará un buen rato más. Uno como persona física diario sacrificara un poco más de tiempo que la ley exige para trabajar, tiempo que podría dedicar a la familia o a si mismo para ganar un poco más no porque le falte, sino porque de su salario neto más de un 35% se va en impuestos.

Pero ¿esta será la peor mentira? Claro que no, sólo basta remontarnos a 1968, cuando el presidente Díaz Ordaz tuvo la idea de implementar el impuesto sobre la tenencia del automóvil para costear las olimpiadas de dicho año; sin embargo, lo peor es que 40 años después de las mismas ese impuesto nunca desapareció con el pretexto de que se destinara a otros fondos.

Esa es la mayor mentira, La mayor característica de un impuesto, pues llamarse como se llame, solamente es un pretexto para incrementar esa “distribución” de la riqueza de la que tanto presume el gobierno.
Si bien tuvo que pasar tiempo para que el pueblo aceptara o se conformara tenían que volver a alimentar ese sentimiento de inconformidad con la Reforma Hacendaria pues, es un multiplicador disfrazado de ley. ¿O no lo han pensado así? A los impuestos que ya estaban se les aumentó con la reforma  los que no existían aparecieron “para combatir la obesidad”.

Por ende, el IEPS constituye una distorsión física y un costo social porque equivale a una tasa impositiva del 19.5% porque al IVA de 16% se aplica el precio neto adicional del IEPS del 3% a los servicios. Dejándonos entonces lúcidos de que como consumidores tenemos un papel de doble cara pues nos negamos y quejamos de estas anomalías y las pagamos y así sin más ni menos, dejamos que la economía de nuestra vida dependa de una idiosincrasia vacía y sin futuro, porque al final así como el IEPS afecta en los bolsillos de los ciudadanos porque debemos pagar un poco más en las cosas que nos gustan.

Mientras que los diputados se escudan en el hecho de que son para regular los malos hábitos que tienen la sociedad para después de todos sabemos o más bien llegamos a la conclusión de que es un impuesto que ni se invierte o si se hace va en dirección de su “esfuerzo”.

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